sábado, 18 de enero de 2014

APOTECA: Beneficios del cardo

Ya Dioscórides había estudiado y difundido los beneficiosos efectos del consumo del cardo en el organismo humano, al estimular el funcionamiento hepático y la producción y fluidez de bilis, y fue Linneo quien estimó esta verdura no sólo por sus virtudes medicinales –muy indicada para combatir el estreñimiento, equilibrar los niveles de colesterol y controlar el nivel de glucosa en sangre– sino también por su valor alimenticio, ya que,  con un alto porcentaje de fibra y sin trazas de ácidos grasos ni de colesterol, aporta a nuestro organismo: 
¨       Calcio: Imprescindible para la construcción y mantenimiento de los huesos, la coagulación de la sangre y la excitabilidad neuromuscular.
¨       Hierro: Encargado del transporte de oxígeno a las células.
¨       Magnesio: Esencial para el equilibrio nervioso y el mantenimiento de la integridad celular.
¨       Potasio: Regulador de la humedad celular y el ritmo cardiaco, e interviene en la construcción de las proteínas y en la síntesis del glucógeno.
¨       Sodio: Primordial en la producción de los jugos en el organismo, en las contracciones musculares y la flexibilidad de los vasos sanguíneos.
¨       Provitamina A: La gran protectora de la vista y de la piel, contribuye también al crecimiento, pues asegura el aumento de peso y el desarrollo armonioso del cuerpo, y en la elaboración de los enzimas del hígado, en la formación de las hormonas sexuales y suprarrenales y en la síntesis de la progesterona.
¨       Tiamina (B1): Interviene en las actividades del sistema nervioso, en la construcción de los tejidos y de los glóbulos rojos y blancos de la sangre, y su ingestión se prescribe en casos de alcoholismo, avitaminosis, dolores neurálgicos y reumáticos y ante neuritis y polineuritis crónicas.
¨       Riboflavina (B2): Interviene en el crecimiento y regeneración de los tejidos, y se recomienda en casos de calambres y fatiga muscular.
¨       Nicotidamina (B3): Protectora de la piel, asegura su nutrición, actúa en los trastornos circulatorios y en el metabolismo de las células, a las que ayuda en su respiración, facilitando el transporte de hidrógeno.
¨       Ácido ascórbico: Participa en todas las reacciones químicas del cuerpo e interviene en numerosos procesos metabólicos, desde la consolidación de fracturas hasta la cicatrización de quemaduras y su consumo ha de aumentarse en el caso de fumadores. 
¨       Cinarina: Que aumenta la secreción biliar, disminuye  el colesterol LDL y provoca la expulsión de orina.
¨       Luteolina: Modula el sistema autoinmune, previene la inflamación de los órganos, interviene en la metabolización de los carbohidratos y es eficaz antioxidante celular.
¨       Inulina: Regulador del buen estado de la flora bacteriana intestinal, reduce los niveles de azúcar en sangre y facilita la absorción de calcio y vitaminas de la familia B.
¨       Quimosina: Eficaz proteína que coagula la caseína de la leche, facilitando su digestibilidad.
Por todo ello, su consumo está especialmente indicado durante las curas de adelgazamiento y desintoxicación de alcohol y tabaco, así como para quienes padecen anemia, diabetes, reumatismo  y gota (tal vez por esto Enrique VIII de Inglaterra era un voraz consumidor de esta hortaliza).


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