martes, 25 de marzo de 2014

APOTECA. Virtudes y propiedades de las coles

Muy ricos en fibra –tan útil para saciar el apetito y combatir el estreñimiento y potasio y con poco sodio –su consumo está especialmente indicado para enfermos cardiacos y renales, repollos y berzas –considerados sinónimos en algunas de nuestras regiones– nos aportan calcio, fósforo, magnesio –imprescindibles para la salud del esqueleto–, hierro –antianémico transportador del oxígeno a las células–, cloro –que interviene en las secreciones gástricas y regula la presión osmótica intercelular, yodo –que asegura el buen funcionamiento de la glándula tiroides– y azufre –como delata el aroma que expele en su cocción, excelente cicatrizante y depurativo de toxinas celular– además de retinol –provitamina A, antioxidante natural– y vitaminas B1, B2, B3, B6B–equilibradoras  del sistema nervioso–, C –lo que evitó perecer de escorbuto a los marineros holandeses en sus largas travesías con fines comerciales hacia las Indias Occidentales merced a los barriles de col fermentada (chuccrutte)  que llevaban en sus barcos– y E –elixir de la juventud y de la fertilidad, como bien conocía la sabiduría popular de Centroeuropa, donde era habitual ofrecer a los recién casados un plato de coles al despertar, y origen de la leyenda que asociaba el nacimiento de los infantes en los campos de coles.
Además, por su contenido en arginina –aminoácido enzimático que estimula la circulación sanguínea–, el consumo habitual de coles mejora el aparato circulatorio, al potenciar la elasticidad de arterias y venas, así como también se está utilizando su jugo en las empresas cosméticas, adaptando a sus ungüentos y preparados la sabiduría que ya mostraban las cortesanas francesas de la corte del Rey Sol y  Catalina la Grande de todas las Rusias, que utilizaban las hojas externas de las berzas hervidas como mascarillas faciales y el líquido de la cocción para realizar pediluvios y paliar todo tipo de enfermedades de la piel.
Y para evitar el desagradable olor que desprenden las coles al cocer, sólo hay que tener la precaución de incluir una manzana en el agua o disponer sobre la tapadera un trozo de pan duro.
Así podemos disfrutar de estos tesoros de la  huerta –que también podemos consumir crudos aderezados con un aliño de mostaza y/o de yogur o crema agria–, que además de combatir la astenia primaveral también está especialmente indicados tanto en las dietas de adelgazamiento –por su alto porcentaje en fibra y ayudar en la metabolización de las grasas, como para reducir los niveles sanguíneos de colesterol LDL y de ácido úrico, para activar el buen funcionamiento mental y de las glándulas hormonales –en especial, la tiroides y la pituitaria y paliar los dolores artríticos y reumáticos.

¡Buen provecho!